-¿En la cama
también te gusta lo brusco?-A veces está bueno la cosa dulce, pero en general
soy fanática de la salvajada.
-¿Eso qué
incluye? -Unos buenos chirlos, una tiradita de pelo, un ritmo un poco más
violento y a fondo.
-¿Y vos
también pegás?-No pego, pero si me copo soy de rasguñar bastante, y a veces
también meto un chirlo. Pero me gusta más que me lo den, a veces me lo pego yo.
-¿La cuota
de violencia se circunscribe sólo a la cola y una tirada de pelo? ¿O vale
también para las lolas?-Las lolas son un poco más sensibles. Pero si estoy en
clima vale todo. No soy de esas minas que las agarras un poquito fuerte del
brazo y te putean. Una agarrada de lolas con firmeza está bien. Pero la
violencia con bronca, esa no me va.
-¿A qué edad
empezaste?-A los 17 o 18. No me acuerdo bien. Lo que sé es que cuando me fui de
viaje de egresados era virgen, asi que o fue poco antes de los 18 o apenas
después,.
-¿Y desde
entonces cuántos?-Cinco.
-Pensé que
ibas a decir más de veinte.-No. Yo no soy una mina que se quiere llevar a la
cama al primer pibe que ve en un boliche. Y no te lo digo para caretearla. Es
la verdad. Siempre estuve con los que salía.
-¿Y con los
que te ponés de novia entregás todo o vas por etapas?-Obvio que la primera vez
no se entrega todo porque no da. Pero no me niego a nada que me divierta.
-¿Qué cosas
forman parte del menú? ¿Sexo oral?-Dar sexo oral me encanta. A algunas chicas
no les gusta porque en rigor no estás recibiendo nada. Pero a mi me gusta tanto
como si me la estuvieran poniendo.
-¿Te
calienta la reacción del otro?-Claro, eso es fundamental, es lo que te alienta
a seguir, y lo que me calienta a mi también.
-¿Y cuál es
tu estilo? ¿Sos de las que se concentra sólo en la punta como si fuera un
chupetín? ¿De las que va por todo hasta la campanilla? ¿O de las que la
sostienen y monologan como si fuese un micrófono?-Eso cero. Hablar ni en pedo,
salvo para decir algo que sume. Un “¿te gusta así?”, donde ya sabés la
respuesta de antemano pero igual querés escucharla. Está más bueno que te
hablen.
-¿Todo es
hasta el final?, ¿incluye degustación?-Depende del día. Mientras me avises.
Bah, en realidad soy yo la que habilito. Si estoy caliente les pido. Trato de
decirlo al principio para que sepan que se pueden relajar y hacerlo cuando
quieran. Igual también está bueno verlos sufrir mientras vos ponés lo mejor y
darles la buena noticia. Les cambia la cara.
-¿Y qué
pedís a cambio, sexo oral?-Me encanta que me hagan. Pero no soy de pedir nada,
como tampoco me gusta que me pidan un pete. Los dos tienen que poner lo que les
salga. Igual a mi me encanta hacerlo, y no espero nada a cambio.
-Qué buena
onda. ¿También das la cola?-De vez en cuando.
-¿Duele
mucho, no?-Un poco. Igual me encanta. Por eso está bueno no quemarlo. Es como
si comieras caviar todos los días. Al final pierde la gracia.
-¿Y cómo te
preparás para el anal? ¿Dieta blanda un par de días antes?-No, nada. No hay que
avisar. Se da como venga.
-¿Y en el
momento hay alguna previa?-La previa natural de cualquier vez. Igual, para
disfrutarlo hay que estar bastante caliente. Pero nada de dos horas de lengua y
dedos. Todo pasa por la cabeza, cuando hay luz verde, prefiero que sea de una.
-¿Posición
favorita para esto?-En cuatro, o acostada con él arriba.
-¿Probaste
otras?-Sí, pero son incómodas. Si vas arriba tenés que manejar vos el ritmo. Si
estás frente a frente te distraés. En cambio así te perdés en lo que sentís y
nada más.
-¿Y algún
lugar favorito?-Para eso la cama. Pero la fantasía es hacerlo en una playa. La
playa me calienta mucho y también los boliches.
-¿Lo hiciste
en un boliche? ¿Te calientan los lugares públicos?-No, nunca en un boliche.
Pero una vez en un cine. Bah, no sexo..
-Si ya
entendí, un pete. ¿Sale pete en el auto?-Eso es como cosa diaria. (risas)